Observar y compartir, sin dirigir el desarrollo del juego, fomenta la imaginación, creatividad y fantasía de nuestros niños.

El juego es asunto de mucha seriedad para los niños. Las sábanas se convierten fácilmente en paredes de castillos, las muñecas frecuentemente son los bebés o estudiantes del niño (a) que juega, y cosas por el estilo. Dejar que los niños lleven el juego sin juzgarlos, nos permite entrar en este mundo de juegos y compartirlo con ellos.

La seguridad del niño y de otras personas cerca es lo más importante. En ocasiones, debemos limitar las acciones del niño, porque están lanzando objetos contra otros o a sí mismo, o se está llevando objetos pequeños a la boca, o está en una posición en la que corre un riesgo de lastimarse, o cosas por el estilo. En estos casos, canalizar las acciones de los niños a diversiones que sí puedan hacer, los ayudará a continuar el juego y a evitar reacciones de Resistencia y rebeldía.

Elógialo. Cuando aprendan algo nuevo o se comporten bien, hazles saber que estás orgulloso de ellos.

Demuéstrales tu amor. Cada día di a tus hijos: "Te quiero. Eres especial para mí". Dales muchos abrazos y besos.

En lugar de decirle a tus hijos lo que debe o no debe hacer para obtener buenas consecuencias o evitar las malas, te recomendamos que recurras a esta frase mágica: “toma una decisión. Confío en ti“.

Piensa que tus hijos agradecen todas tus contribuciones a sus propios triunfos, les gusta sentir que les valoran, en especial sus padres.

Aprende a pedir disculpas cuando te equivoques, tus hijos han de saber que eres humano, y que puedes tener fallos y asumirlos, al igual que ellos.

Sé sincero en todo momento, los niños ven en sus padres una muestra de sinceridad que tal vez no vean en otra parte.

Enséñales la virtud de perdonar a los demás cuando pierden temporalmente el control.

No hagas cosas por sus hijos que ellos sean capaces de hacer por sí mismos, así aprenderán a ser más autónomos y menos dependiente.

Ten siempre algo disponible para comer que guste a tu familia, porque la comida es un factor importante de disfrute, salud y bienestar.

Propón tradiciones familiares para realizar juntos como algo propio e intransferible de tu familia.

No escondas siempre tus sentimientos, aunque éstos no sean siempre positivos. La rabia, la indignación y la confusión son emociones a las que tu hijo debe aprender a enfrentarse.

Aprende a planificar para no desaprovechar las oportunidades satisfactorias por la aparición de acontecimientos imprevistos.

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